Además de brindar diversión y entretenimiento, la piscina se convierte en una herramienta que fomenta el desarrollo físico, sensorial y emocional de los bebés, fortaleciendo sus músculos, mejorando la coordinación motora, estimulando sus sentidos, incentivando la curiosidad y la exploración.
Cuando pensamos en unos días de descanso con nuestro bebé en la piscina es normal tener un sentimiento de incertidumbre si este no ha tenido ningún relacionamiento similar con el agua, pero prepararnos adecuadamente y tener los conocimientos necesarios son fundamentales para hacer de esta, una experiencia agradable tanto para el bebé como para el resto de la familia. Si en tus planes está ir próximamente a la piscina con tu pequeño o solo quieres que este le pierda el miedo al agua y aprenda a nadar, te contaremos mucho más que debes conocer sobre esto.
¿Sabías que nadar es importante para los bebés?
Como lo mencionamos anteriormente, esta práctica fortalece sus músculos y desarrolla la coordinación motora, pero además permite brindar calma, relajación y proporciona diversión, pues a la mayoría de los pequeños les genera curiosidad jugar con el agua, lo que le permite sentir confianza en estos espacios.
Durante los 9 meses de gestación, el líquido amniótico fue la zona de confort del bebé, por lo que hasta cerca de los 8 meses de edad aún conservan un reflejo de defensa que se da naturalmente en el que no abren la boca cuando su cabeza está sumergida y así evitan riesgo de ahogamiento.
Al hablar de sus beneficios podemos seguir ahondando en su aporte al desarrollo físico del pequeño, pues además de lo que mencionamos anteriormente, el agua promueve en la mejora de su equilibrio y coordinación.
Por otra parte, tenemos la estimulación sensorial, factores como la sensación del agua en su piel, el sonido al moverse o chapotear con las manos y las diferentes temperaturas que se pueden experimentar, contribuyen en su desarrollo sensorial y curiosidad.
Podemos hablar también del aprendizaje temprano. Un bebé se puede llevar a la piscina a partir de sus 3 o 4 meses si está sano, se levanta bien y sujeta su cabeza, así no solo continuará ganando fuerza, sino también, le permitirá reforzar su sistema inmune. Adicionalmente, el entorno divertido le permitirá explorar y aprender nuevas sensaciones, ganar confianza en sí mismo y en el entorno.
Y por último el vínculo emocional, ya que compartir tiempo en la piscina con tu bebé será la oportunidad para fortalecer un sentimiento de seguridad y el vínculo emocional entre ambos soportados por el contacto físico, la diversión, el aprendizaje y la comunicación afectiva que percibe el pequeño.
Aquí te damos algunas recomendaciones para disfrutar al máximo de estos espacios
Es importante consultar siempre con el pediatra o profesional de la salud antes de iniciar estas actividades. Así, podrás tener la certeza de que tu hijo o hija se encuentra en las condiciones adecuadas de salud para hacerlo. Una vez tengas la aprobación médica, asegúrate de siempre mantenerlo protegido del sol con ropa adecuada y bloqueador solar apto para bebés.
Recuerda llevar siempre contigo todo lo que tu bebé pueda necesitar para hacer de esta una experiencia agradable y evitar que contraiga un resfriado. Si te preguntas qué llevar en su bolso, te damos algunas ideas:
- Toalla o bata de baño
- Juego completo de ropa adicional
- Pañales diseñados para el agua y normales para después de la piscina.
- Jabón para quitarle el cloro después de nadar y crema humectante para hidratar la piel del pequeño después de la actividad.
Lo más importante siempre será tener en cuenta las precauciones para que tu bebé esté seguro y su bienestar no se vea afectado, para esto te recomendamos asesorarte con un profesional sobre los flotadores adecuados según su edad y tamaño, y asegurarse siempre de que esté acompañado por un adulto responsable.
Ten en cuenta que, de sus primeras experiencias e interacciones con la piscina, dependerá en gran parte su relación futura con esta. Por eso, procura que en todo momento el bebé se sienta seguro y tranquilo.
Te recomendamos también que, si tienes la posibilidad, lleves este proceso en compañía de un profesional en natación pediátrica, el cual cuenta con técnicas y herramientas necesarias para enseñarle a nadar, despertar su curiosidad, ayudarle a perder el miedo y acompañarte también a ti para que le transmitas la seguridad y tranquilidad que tu bebé necesita. Esperamos que esta información te haya sido de gran utilidad.
Con amor, tus amigos por siempre. cocco & lolo