Este es un tema que ha comenzado a ser normalizado, pues en la adultez es muy común ver a otras personas pasando por ello, o incluso, uno mismo experimentarlo. Pero sin duda aunque no es para alarmarse, cuando se trata de un bebé la perspectiva cambia, pues además de que hay que reconocer la incomodidad que el reflujo como tal genera, en general, todos los síntomas de salud asociados a un bebé en sus primeros meses de vida, son motivo de atención. Para que tengas mayor profundidad sobre el tema, te contamos o recordamos que el reflujo médicamente se define como el retorno de los contenidos del estómago, que genera movimiento en el esófago y a veces a través de la boca y la nariz; que en el caso de los bebés es muy normal durante sus primeros meses de vida, y desaparece a medida que estos crecen, en cuanto el tracto digestivo superior madura.
Se le llama RGE y es considerado normal, cuando este ocurre luego de que el bebé come, y la comida ingerida se devuelve o retrocede de su estómago; y normalmente en bebés sanos ocurre en repetidas ocasiones durante el día. Por eso mismo no debe alarmar, más aún, si tu bebé está saludable, con buen ánimo y crece de manera armónica y normal, pues al regurgitar, incluso, puede sentirse mejor.
Y esto comenzará a ser menos frecuente a medida que tu bebé crece, aproximadamente hasta los 18 meses.
Por el contrario se considera como tal una enfermedad, y se denomina ERGE (Enfermedad de Reflujo Gastro Esofágico), si persiste luego de los 18 meses, y viene acompañada de otros síntomas; dentro de los cuales puede estar el retraso en su crecimiento, la pérdida de peso, entre otros. Pues estos pueden alarmar sobre problemas más graves de salud como: las alergias, obstrucciones en el aparato digestivo, entre otros.
¿Reflujo o vómito?
En esta etapa inicial se suelen dar ambas situaciones o procesos físicos en tu bebé, y por eso mismo pueden llegar a confundirse, por eso hoy queremos hacer énfasis en lo que realmente diferencia cada uno de ellos.
La principal diferencia es que al regurgitar un bebé escupe un flujo suave del contenido del estómago, por la boca, en ocasiones a través de eructos. La segunda y muy importante, para que puedas identificarlo, es que al regurgitar no se produce contracción muscular, sino que el bebé expulsa por la boca suavemente pequeñas cantidades de leche, o del alimento ingerido, sin que esto le provoque dolor o malestar, sino por el contrario, en muchos casos, sintiendo alivio.
¿Qué causa el reflujo en los bebés?
La causa del reflujo está muy relacionada con el desarrollo del bebé, ya que principalmente se debe a que en los lactantes, el conjunto de músculos que hay entre el esófago y el estómago, donde se encuentra el esfínter esofágico inferior, no ha madurado por completo, lo cual genera que regurgite el alimento ingerido.
Hay circunstancias muy normales en el día a día de los bebés que generan el reflujo, y que realmente no son tan fáciles de evitar, como:
Pero posiblemente te preguntarás si existen otras causas que sean más graves, y sí las hay, entre estas están:
Señales de alarma:
Como hemos mencionado, el RGE no es causa de preocupación, pues además es poco común que el contenido del estómago contenga el líquido suficiente para irritar la garganta o el esófago y causar así más signos o síntomas. Pero queremos mantenerte informado, ya que somos conscientes que en esta primera etapa puede haber muchos papás principiantes, por eso queremos dejar lo que consideramos señales de alarma para que consultes a tu especialista:
Recuerda que por lo general, el reflujo en bebés desaparece por sí solo, sin ningún inconveniente, sin embargo, sabemos que vas a querer saber cómo solucionar un poco o alivianar la molestia de tu bebé desde casa (en caso de que se presente), por eso te dejamos los que consideramos son los tips o remedios más importantes para los bebés que regurgitan:
Busca alimentarlo en menor cantidad pero con un poco más de frecuencia.
Con amor, tus amigos por siempre. Cocco & lolo.