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Aprende sobre el baby blues: qué es y cómo manejarlo.

Está claro que luego del parto vienen muchos cambios en la vida de las mamás y papás, que reciben un nuevo ser en sus vidas; dentro de los cuales están: las expectativas que se tienen sobre la nueva madre, los miedos, las inseguridades sobre cómo hacer bien las cosas, los cambios físicos y corporales, entre otros; y estos son precisamente los que detonan el tema del que hablaremos hoy, el famoso “baby blues”. Tanto si has escuchado o no hablar de ello, te queremos dar más información al respecto, para que no te alarmes si te llega a suceder. Además porque según especialistas si la madre logra estar enterada previamente sobre el tema, logrará identificarlo en caso de vivirlo, y así mismo no preocuparse al respecto y sobre llevarlo de la mejor manera.

Para comenzarte a contextualizar sobre el tema, baby blues es una leve depresión post parto, que no tiene por qué alarmarte, pues es realmente muy común y la viven aproximadamente el 70% de las mujeres que dan a luz, esta suele estar compuesta por: ansiedad, sensación de melancolía, irritación, tristeza y llanto; síntomas que son casi de esperarse, sobre todo cuando la madre es primeriza. Lo positivo es que comúnmente suelen desaparecer naturalmente en las primeras dos semanas sin necesidad de hacer tratamiento alguno. Sin embargo hay algunos casos en los que esto no sucede, y al prolongarse conviene estar atentos de prevenir una depresión post parto y todos los trastornos a nivel emocional que esta puede acarrear. 

Aunque ser madre es una experiencia hermosa, sin duda una de las que más marcan la vida de una mujer, es un cóctel emocional y un giro de 180º, donde no todo es positivo, hay sin duda momentos difíciles e incómodos, y no está mal como madre pensarlo y ser consciente de ello, pero la falta de información o consciencia objetiva sobre ello es la que lleva a las mamás primerizas a sentir culpa, esa misma que según profesionales, genera depresión post parto, pues al sentirse culpables las madres no son capaces de “expresar sus emociones con sinceridad debido a un sentimiento de culpa generado por la visión idealizada que se tiene sobre la maternidad hoy en día”.

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Para entrar más en materia comencemos a descubrir más a fondo este momento transitorio detectando los síntomas que lo caracterizan:

  • Angustia y llanto.

  • Labilidad emocional: lo cual las hace entrar en estados de tristeza y ansiedad.

  • Irritabilidad.

  • Pérdida de la concentración y la capacidad para tomar decisiones.

  • Sensación de inutilidad: que les hace sentir que no serán capaces con su rol de ser madres, y les genera una sensación de tristeza.

  • Fatiga o disminución de la energía. 

  • Pérdida del interés en actividades distractoras o pasatiempos.

  • Pérdida o disminución del apetito.

  • Molestias o dolores corporales.

  • Problemas digestivos que no tienen causa física.

  • Dificultad para dormir o pérdida del sueño (incluso cuando el bebé conciliar el sueño). 

  • Dificultades para crear un vínculo emocional con el bebé. 

  • Algunos de los síntomas del baby blues se relacionan con los de la depresión post parto, más precisamente la labilidad emocional, la tristeza, la angustia, llanto; pero según los especialistas los factores que permiten diferenciar uno del otro son: la duración, la forma en que evoluciona y el tratamiento del mismo, pero más adelante te profundizaremos más al respecto. 

    Si estás leyendo esto y te sentiste identificada con los síntomas del baby blues, y aún estás dentro del rango de tiempo que lo caracteriza (primeras dos semanas posteriores al parto) las siguientes recomendaciones que recopilamos son para ti: 

  • Si te sientes confundida o angustiada no dudes en pedir ayuda a tu círculo cercano, recuerda que a nadie le entregan un manual de instrucciones sobre cómo ser una madre/padre. 

  • Lo más importante es buscar tu bienestar, ya que solo así podrás garantizar el darle lo mejor de ti a tu bebé, así que no te sientas culpable por ser humana y vivir también lo que conlleva esta etapa.

  • Recuerda que esta etapa o momento es pasajero, no durará para siempre, serán solo un par de semanas, además, es algo completamente normal, pues acabas de atravesar un montón de cambios que implicaron el dar vida a otro ser humano.

  • Distráete, busca salir de casa a realizar actividades que te ayuden a dispersar la mente, recuerda que mereces lo mejor, todo aquello que ahora te haga sentir bien y te de paz.

  • Haz un plan o date romántico con tu pareja, sal con amigos o busca pasar tiempo contigo.

  • Si es posible para ti haz ejercicios suaves que tu especialista te recomiende, recuerda que la actividad física promueve las hormonas de la felicidad. No importa si no es un ejercicio intenso, es el movimiento del cuerpo el que te ayudará a  elevar tu estado de ánimo y sentirte mejor.

  • Deja salir tus emociones, desahógate, si sientes ganas de llorar hazlo; pero así mismo busca apoyo que te ayude a elevar de nuevo tu estado anímico para que no te quedes ahí. Conversar con es@ amig@ que siempre te hace reír, ver una película, entre otros.

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  • Ahora que conoces bien los síntomas tienes un panorama más claro y certero para no confundirte entre el baby blues y una depresión post parto, pero además consideramos importante agregar los factores claves que caracterizan una depresión pos parto que son los mismos del baby blues sumados a otros más, que te dejamos aquí: 

  • Sientes una tristeza constante que no mejora con los días. 

  • Vives episodios recurrentes de llanto.

  • Sientes mucha culpa.

  • Estás desconectada de tu bebé.

  • Sientes miedo de compartir tiempo sola con tu bebé. 

  • Tu apetito cambia drásticamente, bien sea porque hay una pérdida del mismo o porque comes en exceso.

  • Hay un alto trastorno del sueño, puedes dormir en exceso o no conciliar el sueño en lo absoluto.

  • Has tenido pensamientos fuertes en los que quieres hacerte daño a ti misma o hacerle daño a tu bebé.

  • Sientes muchos nervios la mayor parte del tiempo.

  • Tu estado de ánimo también se ve alterado por completo, bien sea por una gran tristeza o por sentir mucha rabia.

  •  Sientes en general inapetencia por todo lo que antes te generaba emoción.

  • Presentas aislamiento social: ya no tienes interés en compartir con tu círculo cercano de familia y amigos.

  • Experimentas la sensación de tener pensamientos muy rápidos. 

  • A veces te sientes arrepentida por ser madre y a la vez sientes que no serás buena en ello.

  • Además hay ciertos factores de riesgo que hacen a las madres más propensas a vivir una depresión post parto, entre ellos:

  • Haber vivido episodios previos de depresión o ansiedad. 

  • Haber vivido anteriormente otra depresión postparto.

  • Vivir un embarazo de alto riesgo. 

  • Tener un parto con complicaciones obstétricas o traumáticas.

  • Estar viviendo problemas familiares o de pareja.

  • En conclusión es importante que sepas, si eres madre primeriza que en una depresión post parto los síntomas son mucho más fuertes en intensidad y frecuencia, lo cual es un motivo de peso para ser tratada directamente con un profesional, específicamente un psiquiatra, que indique el tratamiento a llevar y supervise el proceso. Para el cual hoy en día hay muchas soluciones entre tratamientos, psicoterapia, y otros. 

    Si es tu caso recuerda que por tu propio bienestar pedir ayuda, tanto al círculo cercano como a un profesional; será un gran gesto de fuerza y valentía. 

    Con amor, tus amigos por siempre. Cocco & lolo.

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