La alimentación a partir de la lactancia materna es sin duda uno de los procesos más lindo posteriores al embarazo y a la vez necesario, pues los beneficios que este aporta tanto a la madre como al bebé son tan grandes que han generado que tanto la Organización Mundial de la Salud como Unicef, lo recomienden desde la hora siguiente al parto y hasta los dos años de edad o más.
Lo “bonito” de este proceso claramente está en la conexión emocional que genera la madre con su hijo recién nacido, desde el primer momento, cuando se da el breast crawl, aquel instante en el que el bebé gatea sutilmente en búsqueda del pecho de su mamá. Esta conexión claramente se ve también afectada por factores que son retadores y no siempre fáciles para la nueva madre, pues en ocasiones se pueden presentar complicaciones como la mastitis, la congestión en los pezones, la obstrucción de los conductos lácteos y la ansiedad. Estas razones pueden argumentar que la madre bajo indicación médica opte por una técnica de lactancia mixta entre leche materna y leche de fórmula, pues además de los factores ya mencionados puede incluso suceder que el mismo bebé presente ciertas características que llevan al pediatra a recetar suplementación alimenticia por medio de leche de fórmula, entre las cuales están:
Más allá de estas causas este tipo de lactancia es elegido por muchos padres a gusto propio porque bien quieren compartirse esta tarea o porque sus estilos de vida les impiden en algún momento una correcta y continua lactancia materna. Si es tu caso no te angusties, la decisión de alimentar a tu bebé de esta manera es tu decisión siempre y cuando sea guiada también por tu médico y busque como tal lo mejor para tu hijo y tu, en este artículo tus amigos de Cocco y Lolo queremos entregarte información que te brinde un panorama más amplio, te haga consciente de lo común que es actualmente esta opción y cómo puedes generarlo de la mejor manera.
El momento adecuado: ¿cómo iniciar?
Se puede comenzar a implementar desde el momento del nacimiento incluso, pues como mencionamos es una decisión personal y que depende de los factores conocidos. Si en tu caso es posible amamantar naturalmente empezarás a descubrir que tu cuerpo es sabio e intuitiva y naturalmente genera una cantidad de leche acorde a la demanda de tu bebé, y si tu elección es complementar con leche de fórmula este detectará que la cantidad requerida es mucho menor y eso mismo será lo que producirá.
Luego de comenzada la lactancia mixta puede que prefieras mantener alguna de las dos opciones como alimentación principal, si es este el caso entonces:
Es importante que la madre sea consciente de que si la leche de fórmula será la que tenga más protagonismo, bien sea por razones personales o externas, el cuerpo de esta comenzará a reducir la producción de leche natural o incluso reducirla por completo.
Características de ambos tipos de lactancia:
Aunque es sumamente importante el contacto mamá-hijo al momento de alimentarlo, tanto la lactancia artificial como natural pueden generarlo, puesto que algunos especialistas incluso resaltan que es el contacto físico, las miradas, las palabras de amor, las que generan un vínculo especial que será beneficioso para la salud y desarrollo del bebé.
El tiempo es uno de los factores que son tenidos en cuenta por algunos padres a la hora de incluir la lactancia artificial en la alimentación de su bebé, ya que la leche de fórmula puede ser brindada en tetero por otra persona diferente a la madre en caso de esta no poder hacerse presente en algunos momentos, sin embargo al optar por esta opción es importante tener en cuenta el tiempo de preparación y la logística para proporcionarla al bebé en cualquier momento, factor que no aplica en la lactancia natural, pues el pecho está disponible para el bebé a cualquier hora y en cualquier lugar.
Aunque la leche artificial actualmente cuenta con muchos componentes y nutrientes funcionales para tu bebé, nunca tendrá la cantidad de defensas y otros componentes que brinda la leche natural, que como tal siempre será la mejor opción, teniendo en cuenta también que esta no requiere ningún tipo de inversión económica.
Ventajas de la leche materna:
Además de todo lo anteriormente mencionado, las ventajas para la salud de la madre y del bebé también son mayores con la lactancia natural, entre ellas está:
En la mamá:
En el bebé: estos se dan a nivel alimenticio, inmunológico y afectivo.
Finalmente es importante concluir que aunque ambos tipos de lactancia tienen diferentes características y de por sí la leche materna (por ser completamente natural) tiene mayores ventajas o beneficios, los pediatras coinciden en que un bebé puede estar bien alimentado con ambos tipos de leche y no se debe generar una angustia o frustración en la madre si por motivos de fuerza mayor no puede generar una lactancia materna exclusiva; pues lo importante finalmente es asegurar un correcto acompañamiento profesional en esta nueva etapa y un contacto estrecho con el bebé que permita notar sus necesidades alimenticias a la vez que generar mayor conexión.
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