Esperar 9 meses por un nuevo ser que llega a tu vida, para que seas tu quien se haga cargo por completo de él, es por obvias razones, un motivo de responsabilidad que puede conllevar emociones, dudas sobre cómo ser un buen padre, miedos sobre lo que puede conllevar un parto, estrés por todos los preparativos para este gran momento; así mismo como del otro polo: ansias de poder darle todo tu amor. Como tus amigos, en cocco & lolo, queremos hacernos presentes no solo brindándote los mejores productos para que acompañes esta importantísima etapa, sino también asesorándote y guiándote con los consejos y tips que recopilamos de mamás, papás y profesionales frente a todos aquellos temas que competen al respecto del bienestar tuyo y de tu bebé durante este tiempo.
Si elaboramos una guía completa seguro esta nos llevaría mucho más que entrada de blog, ya que ser padre es una mezcla de muchos factores y saberes, pero sin duda es un asunto de intuición, amor y sabiduría adquirida a través de la experiencia. Por eso decidimos hacerte una guía corta, con lo que consideramos más imprescindible a tener en cuenta en esos primeros días.
Sabemos que si estás leyendo esta entrada de blog es porque probablemente eres ese tipo de madre/padre primerizo que quiere estar correctamente informado, para que no se le escape ningún detalle en esta nueva misión de ser el mejor para su bebé, y así buscar todo aquello que vaya en pro de su bienestar. Pero no está de más volverte a recordar (como ya lo hemos hecho en otras entradas de blog) que en este camino, la cantidad extrema de información puede ser perjudicial para tu paz mental, sobre todo si esta no viene de fuentes confiables y certeras, como lo pueden ser aquellas creadas por especialistas o profesionales; pues en internet se puede encontrar información sin fuentes reales, basada en especulaciones, así mismo como información realmente falsa. Por eso, tu primera fuente de información debería ser idealmente tu especialista de cabecera, quien vaya a guiar el nacimiento de tu bebé y realmente conozca su estado de salud y las condiciones médicas de la madre; y en el caso de que quieras buscar otro tipo de información no tan médica, sino sobre consejos o tips de otras madres profesionales en la crianza, la educación o el cuidado; trata de no llenarte de mucha información busca ser cuidadosa con ello y hacer consciente que serás tu quién más pueda aprender mediante tu propia experiencia.
Ahora entrando en materia queremos ir de vuelta a lo esencial, porque realmente siendo un padre primerizo, menos es más, por eso enfoquemonos en los cuidados principales, que además si podrás reforzar en tus cursos prenatales o con tu mamá o mujeres de la familia que ya tengan experiencia en el tema.
Conoce la forma correcta de cargar a tu bebé: Podría parecer un tema muy sencillo, pero no para un padre primerizo, sin embargo, no debes pre ocuparte, pues probablemente en tu curso prenatal te guiarán sobre ello, para que la fragilidad y delicadeza con la que debes manipular tu bebé, no te intimide.Estos son, entonces, algunos de los aspectos básicos que recopilamos para ti:
- Lávate bien las manos: es lo más imprescindible antes de tener contacto con tu bebé, pues la asepsia es necesaria siempre, pero sobre todo, esos primeros días de vida, pues su sistema inmune no es fuerte, y eso genera que sean mas susceptibles de contraer infecciones o virus. Por esto es recomendado que asegures esta limpieza en ti, pero también en las personas cercanas que puedan entrar en contacto con él/ella.
- A la hora de cargarlo en tus brazos sostén bien su cabeza, su cuello y su espalda, evitando que se ladee o se vaya hacia adelante, pues recuerda que no será capaz de sostenerse aún solo.
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En sus primeros días de nacido evita sacudirlo, incluso en un contexto de juego, pues esto puede causar hemorragias cerebrales, e incluso, riesgos peores. Trátalo con mucho cuidado si requieres despertarlo, puedes acariciarlo suavemente, haciéndole cosquillitas en sus pies o soplándolo suavemente.
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Si ya es momento de subirlo a un coche busca que esté seguro, amarrando bien las cintas de seguridad, así mismo como no moverlo de forma brusca una vez esté allí.
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Busca entrar en contacto con él cada vez más, no solamente cargándolo, sino también generando contacto piel con piel, pues esto, según los especialistas favorece su desarrollo.
Frente a este tema hay varios factores que inciden y son de cuidado, entre ellos, y sobre todo, la posición de su cuerpo, que debe ser siempre boca arriba, y en su propia cuna, pues se debe evitar si es menor a 3 meses que duerma en la misma cama de sus papás, para prevenir el SMSI (Síndrome de Muerte Súbita Infantil), del cual ya te hemos hablado anteriormente y que como tal, se da en el momento del sueño, por diferentes factores que puedes revisar aquí en nuestro anterior artículo.
En este sentido es importante que recuerdes también que lo aconsejable, además de lo anterior, también es que la cuna esté totalmente despejada de: almohadas, cojines, ropa de cama, peluches, entre otros elementos. Pues estos pueden causar asfixia al bebé en medio de la noche mientras este genere algún tipo de movimiento al dormir, así mismo, es recomendable que el colchón de la cuna sea firme, tenga buena resistencia y además sea transpirable.
Qué hacer cuando caiga el cordón umbilical:
Sabemos que al momento del nacimiento se corta el cordon umbilical que comunica a la madre con el bebé, y de ello queda un pedacito que permanece y se va secando con el pasar de los días, aproximadamente hasta la segunda o tercera semana de nacimiento de bebé. Frente a ello no hay que hacer mucho, puesto que se caerá por sí solo, por eso es importante no retirarlo, ni tirar en ningún caso de el para desprenderlo antes, pues este será un proceso de cicatrización que el ombligo hará por si solo, tu rol como padre/madre, será mantenerlo limpio y seco para evitar complicaciones. Evitando así mismo el uso de alcohol o antisépticos, ya que estos suponen un riesgo, tanto para la madre como para el bebé.
Cólicos del lactante y vómitos:
Aunque son dos puntos diferentes, van relacionados en estos primeros días de tu bebé, pues el vómito durante la alimentación de tu bebé (o luego de ello), es algo demasiado común en sus primeras semanas de nacido, y puede extenderse aproximadamente hasta sus 4 meses. Así mismo lo que llamamos cólicos o gases del lactante, que son más habituales desde las 3 semanas de vida y se caracterizan por ser estar acompañados de episodios de llanto de 3 horas al día aproximadamente, varias veces a la semana.
Para estos casos, de forma general es recomendable:
- Realizarle al bebé masajes.
- Buscar además una buena postura para este a la hora de comer.
- Realizar porteo (cargarlo cerca de ti).
- Colocarlo sobre tu antebrazo boca abajo.
- Hacerle ejercicios con las piernas para ayudarle a manejar sus gases.
- Sobre todo no te angusties si los cólicos vienen, pues que realmente es común y pasarán, para ello te dejamos aquí nuestro artículo lleno de recomendaciones e información detallada para que sepas más al respecto.
Alimenta a tu bebé cuando este lo pida, es decir: a demanda.
Esta indicación muy probablemente ya la has recibido de tu pediatra, pues tanto el tetero como el la leche materna, deben proporcionarse cuando el bebé lo indique y durante el tiempo que el/ella lo requiera, casi siempre de 10 a 12 veces al día; respetando los tiempos entre tomas; y entendiendo que los bebés no siempre toman leche por hambre, puesto que la lactancia satisface en ellos más necesidades como puede ser la de succión, cercanía con la madre y consuelo.
Sabrás que se está alimentando bien porque irá subiendo de peso y además verás sus deposiciones de orina en sus pañales.
Sobre las deposiciones de tu bebé:
Como probablemente ya sabrás, luego de sus primeras ecés, estás irán cambiando de color, dejarán entonces de tener una coloración oscura e irán tomando un tono entre amarillo y verde , hasta tomar su color mostaza normal para su etapa.
Estas son algunas de las primeras recomendaciones que queremos darte para esta primera etapa de tu bebé, deseando que sean de gran ayuda para que sepas llevar con calma, y puedas liberar angustias y miedos sobre tu nuevo rol. Recuerda que los cursos prenatales, la compañía de tu especialista de cabecera y sobre todo, tu propia experiencia serán la mejor guía para que tu mism@ construyas tu guía de padre primerizo.
Con amor, tus amigos por siempre. cocco & lolo.